viernes, 26 de julio de 2013

UN PEQUEÑO DRAMA

Mientras en todo el país estabamos pendientes del accidente ferroviario de Galicia, en otros sitios sucedían otras cosas, no tan graves, pero si preocupantes.

Fué en mi barrio, donde los antiguos vecinos nos estamos haciendo mayores, pero van llegando nuevos vecinos, y con ellos los niños, que iban desapareciendo, vuelven a corretear y jugar por la calle. Uno de esos niños nuevos es un chavalín de cuatro años sordomudo, que ayer le dió un buen susto a su madre y tuvo intranquilo a medio barrio cuando desapareció durante 2 horas, encontrándolo un vecino en la estación de tren.

Tal y como están los tiempos, con notícias de niños desaparecidos, y con el caso Bretón recien acabado, las mentes están propensas a ponerse en lo peor, por lo que fueron unos momentos de angústia que, afortunadamente, tuvieron final feliz.

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