Hay días en que se olvidan los problemas personales y no es hora de hablar de uno mismo.
Son esos días en que salta alguna notícia que hace conmover a todo el mundo. Afortunadamente son escasas, pero suele ser casi siempre en verano cuando suceden.
Hoy creo que todos estamos pensando en el tren que ha descarrilado en Santiago y en las victimas y sus familiares. Una noticia que llena todos los médios. Al igual que el avión que se estrelló hace ahora cinco años en el aeropuerto de Barajas, igual que aquel camión cisterna que acabo con el camping de los Alfaques, e igual que tantas otras catastrofes que nos hicieron estremecer en los cálidos veranos vividos.
Cuando estamos más despreocupados, disfrutando del buen tiempo, cualquier golpe imprevisto puede hacernos despertar de la tranquila y relajante siesta, para hacernos pensar en la gente que tenemos alrededor. Aunque no los conozcamos forman también, de una forma u otra, parte de nuestra vida.
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