miércoles, 27 de agosto de 2014

EL CACHORRO

En esta época de internet, videojuegos y el boom de las series televisivas. Donde el libro de papel ha dado paso a leer en pantalla en los e-books y tabletas, se echa en falta algunas cosas del pasado. Una de ellas son los tebeos.

No me refiero a los comics  ni a las novelas gráficas, sino a los tebeos de toda la vida. Aquellos que cada semana te esperaban en el quiosco, donde las llamaban "revista juvenil ilustrada". además del mítico TBO que les dio su nombre a todas ellas, estaban las valencianas Jaimito y Pumby. Pero sobre todo estaban las de la editorial Bruguera: Pulgacito, Tio Vivo, DDT a las que siguieron las más modernas Mortadelo o Zipi y Zape,encabezadas por estos famosos personajes.

Aparte de estas, que se dedicaban sobre todo a la parte humorística, existían unos cuadernillos apaisados en los que cada semana vivíamos aventuras emocionantes que el inevitable "continuará" hacía que esperaras el siguiente número con impaciencia.

Desde las aventuras medievales del Guerrero del Antifáz y el Capitán Trueno, la Hispania romana del Jabato, las historias policíacas de Roberto Alcazar y Pedrín o las Hazañas Bélicas con el sargento Gorila,  todo tenía cabida en estos cuadernillos, que entre aventura y aventura te iban contando lo buenos que eran los héroes (españoles, por supuesto) y los malos que eran los villanos (chinos, rusos o árabes).

Desde hace una temporada, he conseguido hacerme con las series completas de algunos de estos tebeos, y después de ver las, algo repetitivas, aventuras de los Audaces Legionarios (el capitán Rey, el sargento Matamoros y el corneta Blasillo) ejemplo canónico de este tipo de historietas, me he encontrado con la grata sorpresa de conocer a un personaje del que había oído hablar , pero que nunca cayó en mis manos: El Cachorro.

De una calidad bastante buena para la época, este héroe nos traslada al Caribe de los piratas, a los que se enfrenta en una interminable cacería del gato y el ratón. Un grumete audaz y valeroso, que, sin respeto al escalafón llega a capitán de una nave de buenas a primeras por haberse enfrentado a temibles piratas como Baco, el Olonés, el famoso Morgan, o el  vil y tramposo Quasimodo, unos villanos con protagonismo própio a lo largo de los más de 200 números de una colección trepidante y adictiva que merece ser rescatada del olvido.



domingo, 17 de agosto de 2014

EVA de James Hadley Chase


Si hay un personaje arquetípico de la novela negra, no es el del detective o el gangster, sino el de la mujer fatal. Ella es la mayoría de las veces la que desencadena la trama. La que, en un segundo plano, maneja los hilos que mueven al supuesto protagonista.
  

James Hadley Chase retrató en su novela Eva a un personaje en el que podemos encontrar todas las características de la mujer fatal: Fría, calculadora, con un atractivo para los hombres que les lleva a la perdición.
    

Un escritor sin talento cae en las garras de Eva Marlow, una prostituta que lo trata con desdén. Por ella pierde la cabeza, y por ella abandonara su carrera, perderá  su fortuna, y a su prometida Clara.

 

Ambientada en Los Ángeles y en el Hollywood de los años 1940, podría haber sido llevada al cine e interpetada por alguna de las grandes "femme fatale" de la época, como: Mary Astor, Rita Haywood, Verónika Lake, Barbara Stanwyck, Lana Turner, Virginia Mayo, Hedy Lamarr, Joan Crawford, Joan Bennett, Gene Tierney, Ava Gardner o la recientemente fallecida Lauren Bacall, Todas ellas mujeres de armas tomar.
   
Pero el argumento era demasiado sórdido para la época del Código Hays, y tuvo que ser Joseph Losey en su época de destierro Hollywodiense quien llevara esta historia a la pantalla en 1962 cambiando el escenario de Los Ángeles a Venecia, y dando el protagonismo a Jean Moureau.


lunes, 30 de junio de 2014

DESCONECTADO

Hace tiempo que este blog y su hermano mayor, Primera Fila, no han tenido entradas por falta de conexión a causa de obras. En este tiempo sin escribir sobre películas y libros, la vida y sus problemas más reales que los ficticios, han ido apareciendo casi sin que nos diéramos cuenta.

No voy a entrar en detalles porque quien más quien menos, todos pasamos por las vicisitudes de esta vida. Son esas cuestiones que se presentan por sorpresa, y que para quien las vive pasan al un primer plano. No importa que la selección haya perdido un mundial, o que se haya proclamado un nuevo rey entre fastos y boatos.

Casi nunca  escribo sobre mí y mi vida. Aparte de que no creo que sea muy interesante, un cierto pudor me impide hablar de ella a según quién. Por eso me escudo en los libros y las películas, sin ser crítico, ni tener conocimiento académico ni técnico. Aunque entrando en Film Affinitty, he encontrado críticas tan dispares sobre una misma película, que me hacen afirmarme en la creencia que siempre me ha guiado: no te fíes de lo que te cuenten, compruébalo todo por ti mismo, y esto también vale para lo que yo escribo.

Si a mí me ha gustado, por ejemplo, la película Vivir es Fácil con los Ojos Cerrados, por ser una historia con muy buen rollo, no puedo debatir a quien diga que es mala por que es una historia previsible de personajes tópicos e irreales. ¿Quien tiene razón? Posiblemente los dos, posiblemente ninguno. No lo sé, solo sé que a mí me ha gustado, y con eso me basta.

Todo este rollo viene a cuento de que me estoy planteando dejar la crítica para los supuestos entendidos y empezar a escribir sobre otras cosas, ya veremos.

Permanezcan atentos.

Mientras tanto, ilustraré este artículo con los dos personajes más destacados de estas dos semanas según mi entender.




miércoles, 11 de junio de 2014

LIGERAMENTE A LA IZQUIERDA de JUAN MANUEL MUÑOZ

¿No os habéis encontrado alguna vez en situaciones extrañas que os hacen replantearlos que algo no marcha como debería ? Como en aquella película titulad El Mundo está loco, loco, loco.

Los relatos que componen esta obra se mueven entre la locura y el absurdo, entre lo inquietante y lo humorístico. La sospecha de que el mundo se ha movido hace que las distintas historias nos enfrenten a una realidad distinta, donde cualquier cosa es posible, desde discutir de filosofía en un bar, hasta reírse en un funeral. Podemos ver como los niños pequeños pueden reflexionar sobre futbol, o sobre demonología, y ver como la simple fragancia a lima nos puede volver locos de amor.

  Quizá la clave de todo la tenga Daniel Bregovick, escritor mexicano de una única novela cuya historia abre y cierra este libro.

Pero es en el relato Teoría sobre la Negritud donde se comprueba como esa forma de ser absurda tiene vigencia y mucha, parece que el protagonista fuese un dibujante de cierta revista.




lunes, 26 de mayo de 2014

BETIBÚ de CLAUDIA PIÑEIRO

El periodismo actual parece haber perdido la misión de contar la verdad. Los periódicos, radios y cadenas de televisión dependen de intereses privados y políticos que impiden contar las cosas como son. Cada uno cuenta su verdad, lo que les interesa que se conozca,pero ninguno cuenta la Verdad, loo que realmente ocurre.

Al leer un periódico, al ver un telediario, tenemos la impresión de que se callan más de lo que dicen, que nos ocultan cosa. Si,  han aparecido últimamente casos como los de Barcenas o Noos,  pero aún así solo nos cuentan la superficie, y pensamos que debe haber algo más.

Por eso, ha sido agradable leer una historia sobre el periodismo de investigación. Un periodismo libre y arriesgado, donde el periodista se convierte casi en detective. Un periodismo vivo y dinámico en busca de la verdad caiga quien caiga, lejos del dictado de jefaturas y poderosos. No es la primera vez que un periodista se convierte en protagonista de una novela o película (ver Todos lo Hombres del Presidente, Zodiac, la serie Lou Grant o A Sangre Fria de Capote).

Betibú entra en este género: la muerte de un importante hombre de negocios, sospechoso de la muerte de su mujer, propicia la asociación de una escritora de novelas de misterio, un veterano periodista que ha vivido tiempos mejores y un joven habituado a las nuevas tecnologías, en la resolución de un misterio donde hay más intereses de lo que parecen.

Con una trama que te va enganchando poco a poco a pesar de algunas dificultades (la no diferenciación de los diálogos dentro del texto, la continuada utilización de modismos argentínos y anglicismos varios) nos sentimos atrapados junto al trío protagonista.