Son muchos los problemas en el mundo actual que llenan las páginas de los periódicos: Las guerras, el hambre, el cambio climático, la crisis económica, el paro. Son palabras que se escriben con mayúsculas, que nos preocupan, pero son tan grandes y aparentemente tan complicadas de resolver, que acabamos por cerrar el periodico y cambiar de canal cuando empieza el telediario.
En realidad, preferimos lidiar con otras complicaciones más llevaderas, más nimias si se prefiere: una cremallera rota, un boton descosido, una bombilla fundida. Lo que es el quehacer cotidiano, nuestro día a día para el cual no hace falta hacer oposiciones para registrador de la propiedad.
Si todo fuera tan sencillo de resolver como averiguar quien te ha sisado dos euros del monedero y no tener que dar explicaciones a nadie de porqué estuve ayer viendo el partido en vez de acompañar a mi mujer al cine...
Esto es lo que piensa don Mariano todas las noches cuando se va a dormir.
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