Un largo título para una sencilla novela romántica con algunos toqueses de guerra.
En realidad, es la parte sobre la ocupación la que eleva un poco (tampoco demasiado) el interés de esta novelita, junto a las múltiples referéncias literarias que contiene.
Tambien me ha resultado curioso enterarme de unos hechos sobre la II Guerra Mundial que no conocía, así como también desconocía la existencia de estas islas del Canal que, según se puede comprobar en el mapa adjunto en el libro, están situadas más cerca de Francia que de Inglaterra.
En cuanto al estílo, tiene el defecto (o la virtud, según se mire) de la mayoría de las novelas británicas, desde Jane Austen a Nora Roberts, pasando por Agatha Christie o Enid Blyton, que es ese gusto por los pequeños detalles domésticos (moda, cocina, jardinería) que van salpicando todo el texto.
Aún con todo, es amena de leer.
Un bonito libro sin duda Pepe máxime después de leer Manhattan Transfer así que de alguna manera este libro-pastel que mucho me ha recordado a nuestro Club de Lectura casi reconvertido en Sociedad Gastronómica -gracias a las suculentas tartas de creación casera que algunos comparten con nuestros comentarios literarios-me ha servido de deliciosos relax .
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarVeo que no os ha parecido un gran libro.
A mí me ha gustado mucho. Es cierto el toque "pastel". Es cierto su sencillez. Es cierto el gusto por las cosas cotidianas. Pero son esas cosas las que me han gustado. Me encantan los pasteles y las tartas :-)
Además de la parte de la guerra, la cual desconocía y que dan equilibran mucho el libro.
Y el género epistolar, que parece fácil, pero que como cualquier libro, tiene mucho trabajo detrás.
LUCAS