Hace días que el doctor Jeckill se va quedando dormido por los
rincones. No se encuentra bien. Es como si no hubiera descansado bien
por las noches.
La verdad es que tiene extrañas
pesadillas. Sueña que sale de juerga por las tarbenas y tugurios de mala
fama de Whitechapel, pero ese con el que sueña no parece el, es un ser
deforme y grotesco.
Mientras toma su medicina contra el
imsonio, elaborada por el mismo, hojea el Times: al parecer el celebre
asesino Jack el Desstripador se ha cobrado otra victima, ya es la
quinta.
De pronto tiene la sensación de que esa noche, por fín, va a poder dormir a pierna suelta sin más pesadillas.
P. D. Este cuento fue publicado por error en Primera Fila, pero su sitio era este
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