Ya he comentado aquí algunos libros que he leído, Que me ha parecido una novela, si estaba bien escrita, si me ha interesado la história. Son temas que habitualmente se tocan en toda crítica literaria.
De lo que pocas veces se habla es del libro como tal, el objeto que sostienes en la mano. Aparte del placer que, ya de por sí, produce el acto de leer, siempre es más satisfactório tener un libro con una buena presentacion: bien encuardenado, da mucha rabia que se te vayan soltando las hojas.Un libro de tapa dura, en principio será más duradero que uno de tapa blanda.
El tamaño de la letra también es importante, sobre todo a partir de cierta edad, y si además de pequeña no existe apenas espacio entre lineas, ya os podeis figurar.
Las ilustraciones son importantes sobre todo en los libros infantiles, pero unas buenas ilustraciones te permiten descansar la vista de vez en cuando y hasta pueden convertir un libro en un objeto artístico.
Ahora tengo en mis manos un ejemplar de León el Africano de Amin Maaluf editado por Alianza que contiene todo esos elementos: una buena encuadernación en tapa dura con paginas algo más gruesas de lo habitual que forman un libro sólido y resistente; una letra de tamaño medio con un espaciado aceptable que presentan unas páginas claras y diáfanas; y, sobre todo, unas ilustraciones alusivas al texto formadas por obras de arte muy conocidas que forman parte de la paginación e iluminan con su colorido.
De la novela hablaré en otra ocasión.
Me temo Pepe que te pasa un poco como a mi,nos resistimos a leer en esas nuevas tecnologías llamados E-books.Nada como el tacto de un buen libro.
ResponderEliminarSaludos
Exactamente es eso mismo. El acto de pasar la página, de sentir el tacto del papel... Además puedes saber cuanto te queda. Y sobre todo, no tienes que preocupate porque se acabe la batería en mejor momento.
EliminarSaludos.