Después de mucho tiempo he regresado a la novela policiaca, a la que tenía algo abandonada por la historica.
En esta vuelta he encontrado nuevos autores, nuevos personajes y , sobre todo, nuevas formas de plantear los casos. Ya casi no existe la novela enigma, aquella en que era maestra Agatha Christie, que consistía en resolver un misterio siguiendo una serie de pistas y dando la solución en las últimas páginas. El último vestigio de este género lo representa una serie de la BBC: Crimen en el Paraiso. Ahora prima más la psicología de personajes y la crítica social.
Andrea Caminelli y Montalbano, Henny Mankel y Wallander, Benjamin Black (seudónimo de John Banvillle cuando escribe policiaco) y Quirke, han sido mis últimas lecturas (la próxima será Donna León y Brunetti).
El más clásico de estos escritores quizá sea Benjamin Black, que ambienta los casos del médico forense Richard Quirke en la Irlanda de los años 1950, lo que les añade un aire de cine negro hollywoodiense. En su primer caso: "el Secreto de Cristine" además de resolver el caso de turno, conocemos el pasado y las circuntancias personales del protagonista: viudo, y alcoholico.
A quien tambien le gusta el alcohol es al inspector Wallander, del que he leido "Cortafuegos" grata sorpresa porque está llena de intriga y acción. Mucho más que en la serie protagonizada por Kennet Bragnah, mucho más estática tirando al existencialismo.
"Un més con Montalvano" es una serie de 30 relatos breves de facil resolución, algunos de los cuales han aparecido insertos en la serie de televisión como casos secundarios al principal de cada capítulo. Me recuerda, salvando las distáncias, al manchego Plinio de Francisco Garcia Pavón, por su ambiente de policía de pueblo pequeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario