martes, 13 de mayo de 2014

EL HEREJE de MIGUEL DELIBES

He vuelto a leer El Hereje, última novela de Miguel Delibes, que inopinadamente se sumó a la moda de la novela histórica. Al menos así me acerqué a ella la primera vez, como si fuera una novela histórica más.

Pero tras las andanzas de Cipriano Salcedo no se encuentra el típico producto comercial en que se encasillan la mayoría de libros de este género, donde el torbellino de hechos y personajes ocultan la falta de substancia literaria.

El Hereje se diferencia de ellos en el exquisito uso del lenguaje castellano, con un vocabulario rico y con expresiones que te transportan al siglo XVI sin por ello resultar extraño ni dificultar el seguimiento del relato. Un relato, por otra parte, donde se descubren fácilmente los temas  que siempre han destacado en su obra: Los usos rurales y la naturaleza (la caza, el pastoreo, los oficios artesanales), la denuncia de las injusticias, intentando comprender a sus protagonistas que, no siendo perfectos, buscan la felicidad y la justicia.

Sus tres partes son muy distintas y complementarias: Los antecedentes familiares y la infancia de Cipriano , abunda de escenas domésticas y nos acerca a la costumbres de la época. El matrimonio y la actividad comercial, es el centro de la segunda parte, así como la importancia de la religión de la época y la aparición de la reforma luterana. La tercera parte, es sin duda, la más dura, en ella se describe la acción de la inquisición. Declaraciones, torturas, juicios y sentencias se van sucediendo de tal manera que podemos comprobar el funcionamiento de esta terrible institución que, aunque parece cosa de un pasado remoto, hay que recordar que no desapareció hasta bien entrado el siglo XIX.

Un recuerdo a la tolerancia, a la libertad, y a los derechos humanos. Cosas estas que no podemos dar por supuestas, porque nos las pueden arrebatar en cualquier momento.
      

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