Lo que más me ha sorprendido de esta obra es ese juego de espejos entre la realidad y la ficción. El teatro como representación de la vida, la vida vista como una obra teatral.
Aparte de cesta dualidad se plantean otras preguntas interesantes sobre la creación literaria:
¿Es el autor responsable de los actos de sus personaje? ¿Pueden estos trascender de la obra ya escrita? Son preguntas ya propuestas por Unamuno en su novela Niebla donde el protagonista conversa con el autor sobre los planes que tiene para él.
¿Son conscientes de su ezxistencia como personajes? En la segunda parte del Quijote, elcaballero seve impulsado a una tercera salida para corroborar la fama de la primera parte, de la que tiene noticia de su publicación, a la vez que intenta desmentir la segunda parte apócrifa de Avellaneda. el personaje ve la novela desde dentro como si estubiera fuera del libro, que se va escribiendo mientras actúa.
Pirandello presenta la história ya escrita (história, por otra parte, demasiado melodramática y trágica) pero que quiere ser representada, lo que planta a su vez otra cuestión más: Quienes representarán mejor el drama ¿sus protagonistas que lo han vivido o los actores? o dicho de otra manera ¿Hasta que punto una representación teatral es fiel a la idea que tenía el autor al escribirla?.
Toda esta visión filosófica y metaliteraria dificulta en cierto grado el seguimiento que pede ser más interesante viendolo representado.
El autor quiere filosofar, pero no se expresa muy bien en mi opinión.
ResponderEliminarQuiere usar el teatro como metáfora, pero desde luego a mi no me queda nada claro como lector, todo lo que quiere explicar. Se le intuye, pero no se lía. Se lía más que con sus personajes y los actores.
Quiero que además hablar de muchas dualidades.
Y yo no lo veo trágico.
En fin, habrá debate :-) jajajaja