Hoy es una fecha muy especial. Mi Madre cumple 88 años.
Aquella mujer que desde los 15 solo se dedicó a servir a los demás, primero como empleada del hogar ( o como se decía antes, criada) y después como esposa y madre. Sin estudios, solo con su esfuerzzo y cariño, nos críó a sus cinco hijos lo mejor que pudo.
Ahora, la edad y la enfermedad le impiden continuar esta labor y nos toca a nosotros cuidarla. Es verdad que a veces nos enfadamos y nos enfadamos con sus manías y olvidos, pero no es por ella, es por impotencia al ver que por mucho que le expliquemos las cosas, hay que volver a repetirselas. Ese contínuo matillear, es el que nos agota y nos hace sulfurarnos, más con nosotros mismos que con ella.
Felicidades Mamá, y perdona mis enojos.
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